Aprueban recursos para establecer una base de información científica para la red de humedales costeros

El litoral de la Región de Coquimbo posee un gran número de humedales que cumplen un importante rol ecológico y beneficios para la población: son filtros naturales de agua, brindan hábitat a aves migratorias, dan contención frente a riesgos naturales como tsunamis y en el contexto del cambio climático son vitales ya que actúan como sumideros de carbono. Además, son espacios de recreación y bienestar para la comunidad.

A pesar de algunos esfuerzos de conservación (sitios Ramsar), dichos humedales están amenazados por factores antrópicos y naturales, que provocan una cascada de efectos ecológicos y sociales sobre estos sistemas.

El cambio climático está modificando los patrones de precipitación y la temperatura de la zona que, junto con el aumento de las marejadas, está produciendo una reducción de los cuerpos de agua y un aumento en la salinidad de los humedales, con consecuencias importantes para la flora y fauna residente y migratoria.

Además, como recordamos, en una grave amenaza al medio ambiente se convirtió la intervención del humedal de la desembocadura del Río Elqui para el inicio de obras de un proyecto inmobiliario, noticia que generó una fuerte controversia mediática el año pasado, escalando a nivel nacional.

Con el fin de evitar estas situaciones, y preservar de mejor forma estos sitios tan vitales para la biodiversidad, la gobernadora Krist Naranjo instruyó el desarrollo de un catastro para evaluar la situación regional e iniciar acciones de preservación.

Con el fin de establecer constantemente una base de información científica para la gestión integrada y puesta en valor de la red de humedales costeros de la Región de Coquimbo, para asegurar su sostenibilidad y uso racional por parte de todos los sectores de la sociedad, es el objetivo del proyecto que aprobó el Gobierno Regional a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) por más de $198 millones para el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA).

La gobernadora regional, Krist Naranjo, aseguró que con estas acciones "no podemos permitir que se repitan situaciones como lo que pasó en la desembocadura del Río Elqui. Hoy nuestro medioambiente requiere de anticipación, no tenemos ya espacios para la improvisación ni mucho menos, para tomar acciones tardías. Las amenazas a la biodiversidad que se desarrollan en torno a estas fuentes naturales son constantes y por eso nuestro objetivo es tener una caracterización completa de la red de humedales que tenemos, para saber su evolución y definir de la mejor forma la planificación territorial en base a la protección de la naturaleza".

Por su parte, Carlos Olavarría, director ejecutivo del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), explicó que "este trabajo viene a recopilar una muy buena e importante parte de la información que se requiere sistematizar para una efectiva protección de estos ecosistemas y, por lo tanto, al tener ese objetivo tan ambicioso es que tiene muchas actividades, desde la generación de bases de datos y compilación de información de todos los humedales, pero también otros aspectos asociados a la gobernanza, mapas de actores, transferencias de conocimiento y generación de productos asociados con la visibilización del valor de estos ecosistemas".

Efectivamente, sobre el proyecto a ejecutar por CEAZA, se considera: un informe de criterios mínimos de sostenibilidad de la red de humedales costeros de la región; Base de datos de parámetros bióticos y abióticos; Base de datos de parámetros abióticos detallados en los sitios pilotos; Delimitación y caracterización de amenazas de 20 humedales costeros de la región. Análisis instrumentos de planificación territorial y su intersección con humedales.

Así también, una base de datos cartográficos; Modelo de gestión del conocimiento para la replicabilidad de la metodología en otros humedales; Mapa de actores de las comunidades aledañas a la red de humedales costeros.

Respecto a la vinculación con la comunidad, se considera un programa de ciencia participativa ejecutado en la red de humedales costeros para la puesta en valor y protección de los ecosistemas; Materiales educativos para la puesta en valor social y promoción de buenas prácticas de la red de humedales costeros, cocreados con las comunidades aledañas; Modelo de gobernanza para la protección de la red de humedales costeros; Eventos de transferencia del conocimiento que posicionan la red de humedales costeros como una oportunidad de desarrollo del turismo de naturaleza; Productos de visibilización del valor ambiental de la red de humedales costeros y Programa de difusión mediática regional de la red de humedales costeros.